Angelitos......

25/02/2014

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El trastorno por déficit de atención (TDA) se caracteriza en los niños por presentar dificultad de concentración y distracción, también pueden además tener hiperactividad con impulsividad recibiendo el nombre de trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH).

Leon Eisenberg, un famoso psiquiatra de E.E.U.U, fue el descubridor del TDAH en la década de los 60. Gracias a él se consideró un trastorno genético durante mucho tiempo y, 7 meses antes de fallecer en el 2009, afirmó que se trataba de una enfermedad ficticia y para tratarla era necesario buscar razones psicosociales contradiciendo las razones genéticas que había estado defendiendo a lo largo de mucho tiempo.

Según la Federación española de asociaciones de ayuda al Déficit de Atención e Hiperactividad un 5 % de la población infantil y juvenil padecen dicho trastorno que se suele diagnosticar en niños pero los síntomas pueden perdurar hasta la vida adulta.

Las consecuencias en los niños son un bajo rendimiento escolar, inconsistencia en el trabajo acompañado de distracción, inmadurez emocional, dificultad para terminar las tareas a su tiempo, tendencia a soñar despiertos y dificultades sociales.

Puede sospecharse de TDAH cuando la hiperactividad, distracción, dificultad de concentración o la impulsividad comienzan a afectar al rendimiento escolar, al comportamiento en casa y con los otros niños de la escuela.

Causas del TDA y del TDAH según la Medicina Convencional

La mayoría de las causas del TDA y del TDAH tienen una relación genética y neurobiológica. Diversos estudios muestran un déficit en la acción reguladora de algunos neurotransmisores sobre todo dopamina, adrenalina y serotonina. La acción de factores ambientales también influye en la gravedad del trastorno, como por ejemplo:

  • Tabaquismo y consumo de alcohol en el embarazo.
  • Concentraciones elevadas de plomo en los niños.
  • Lesiones cerebrales posteriores a un trauma.
  • Aditivos en los alimentos.
  • Azucares refinados.

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TDA y TDAH en la Medicina Tradicional China

La Medicina Tradicional  China (MTC) observa al cuerpo de manera global y, según la teoría de los 5 elementos, en el TDA o el TDAH el desequilibrio gira alrededor de los elementos Fuego, Madera y Tierra con sus respectivos órganos: Corazón, Hígado y Bazo.

Tanto en el TDA como en el TDAH existe una desarmonía del órgano Corazón y además, si el niño presenta TDA, el órgano Bazo no estará en equilibrio, en cambio si presenta TDAH será el órgano Hígado el que manifieste una alteración.

 

Causas desde la Medicina China

  • Una debilidad hereditaria de los órganos Corazón, Hígado y/o Bazo.
  • La dieta también influye en el TDAH y en el TDA sobre todo aquellos alimentos que afectan al Bazo y producen un exceso de humedad, como son los lácteos, azúcares refinados y el exceso de pan.
  • El estrés emocional en los primeros años de la vida pueden ocasionar temor y miedo que debilitan al Corazón y al Bazo y, como consecuencia, a la mente y al intelecto.
  • El consumo de alcohol y tabaco y los shocks emocionales que puede haber sufrido la madre en el embarazo y el parto.

La sintomatología asociada al TDAH y al TDA puede ser el cansancio, irritabilidad, insomnio, ansiedad, poco apetito, heces blandas o tendencia a la diarrea, palpitaciones.

 

Al elemento Fuego le corresponde el órgano Cozarón donde reside la mente (Shen) que es la responsable de muchas actividades mentales como la consciencia, la cognición, el pensamiento, la memoria, la introspección, la vida emocional… pero una de sus funciones –de suma importancia– es la de coordinar e integrar las diversas partes de nuestra vida mental-emocional con relación a los otros órganos, en especial con Hígado y Bazo, que son los que están más implicados.

El elemento Madera con su correspondiente órgano el Hígado tiene una importancia vital en el TDAH y en el TDA, ya que es el encargado de tener un sueño sólido, reparador y sin pesadillas. Cuando el Hígado no está bien enraizado pueden aparecer sueños perturbados y agitados por la noche, pero durante el día puede manifestarse con la sensación de estar continuamente soñando despierto con ausencias o ensimismamiento, en un mundo de imaginación y fantasía, como si estuviera en un estado de trance sin atender a la exigencia escolar o a la de los padres. Esto conlleva la falta de concentración que manifiestan los niños y la poca capacidad para mantener la atención en actividades que no son de su agrado.

El elemento Tierra y su órgano Bazo son los encargados del intelecto entendido como la capacidad de memorizar, estudiar y de concentrarse. Si el Bazo está débil, el intelecto será torpe, el pensamiento lento, la memoria pobre y habrá poca capacidad de concentración.

 

La manopuntura es una buena técnica bien acogida por los niños en la aplicación de los tratamientos necesarios.

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